martes, 2 de junio de 2015

DOMUS ROMANA

La domus romana es una casa grande y lujosa que pertenecía a las élites romanas.Una de las características que tiene la domus era que estaba orientada hacia el interior, es decir, el aire y la luz entraban a las diferentes dependencias a través de una serie de patios. Por este motivo, la ventanas al exterior no eran frecuentes y las que se construían solían ser irregulares y pequeñas. Al mismo tiempo, al volcarse al interior se preservaba la intimidad de la domus.

Las principales partes del modelo típico de casa romana son:
  
La entrada y el corredor de acceso (fauces): normalmente desde la entrada a la casa se podía ver parte del interior de la misma. La entrada podía estar decorada por mosaicos como es el caso de la conocida como Casa del Fauno de Pompeya que tenía uno en el umbral de la casa donde se exclamaba “have“, es decir, “bienvenido”. También podemos encontrarnos con mosaicos en los que aparecían representados perros guardianes con la expresión “cave canem“ (“cuidado con el perro”) que tendrían la finalidad de avisar al visitante de que el lugar se encontraba vigilado.

 Patio central (atrium): en torno al cual se repartían una serie de dependencias (cubicula, triclinium, etc.) y podemos decir de él que era el “centro de la casa romana”. Este patio estaba techado excepto la parte central (compluvium) desde donde entraba el agua de la lluvia que caía en una pila central (impluvium) y se almacenaba en una cisterna en el subsuelo. Este patio formaba parte del área accesible para todos los invitados y contaría con biombos de madera, puertas, cortinas y persianas que ocultaban las dependencias privadas de la domus.

 La cocina (culina):  no había un lugar fijo para su ubicación, aunque frecuentemente la cocina podía estar situada en una de las dependencias que se repartían en torno al atrium. Se trataba de una estancia bastante modesta y pequeña, con fogones, de albañilería o portátiles, y mesas para la elaboración de los alimentos. A veces, podía contar con agua corriente por lo que, junto a ella, también se encontraban los retretes y los baños.


Las habitaciones (cubila): Como ya hemos dicho, las habitaciones (cubicula) estaban alrededor de este patio junto con una sala que tenía la función de comedor (triclinium). Las cubicula podían ser habitaciones destinadas tanto a los propietarios como a los esclavos que formaban parte del servicio doméstico. Las habitaciones eran pequeñas, sin ventanas y poco luminosas, con la finalidad de mantener fácilmente el calor.


El comedor (triclinium): a menudo eran los espacios más elaborados de la casa ya que en ellos se celebraban banquetes en los que se recibía a los invitados. Los comensales se reclinaban sobre divanes, realizados en piedra o en madera, siguiendo un determinado orden y situados alrededor de la mesa. Los utensilios de la vajilla eran muy variados (platos, cuencos, fuentes, jarras, etc.) y dependían del poder económico del propietario (algunos contaban con vajillas de plata aunque era más común las vajillas de bronce, cristal y cerámica). 


Sala principal (tablinum): situada en uno de los extremos del atrium y frente a la puerta de acceso a la casa, solía estar ubicada entre el atrium y el peristilo. La funcionalidad de esta dependencia era de despacho o sala de trabajo del pater familia.


Vista del atrium y tablinum de la Casa de Marcus Lucretius Fronto (Pompeya), donde podemos ver la hermosa decoración (Fuente) 


Jardín porticado (perystilum): patio abierto a un jardín que también tendría a su alrededor otras estancias privadas. Eran frecuentes tanto en las casas grandes como pequeñas, habiendo algunos ejemplos en los que cuentan con pinturas murales. Los jardines solían tener parterres, estanques, fuentes, canales, esculturas, etc. junto con una gran variedad de plantas (por ejemplo las adelfas y flores olorosas como las rosas y las violetas).


Otras estancias: algunos propietarios ricos podían construirse sus propias termas privadas como puede verse en la conocida Casa de Menandro de Pompeya.  A veces, estas casas tenían un segundo piso construido por problemas de espacio en la planta baja o para ser utilizado como viviendas de alquiler. Al mismo tiempo, en algunas casas podía haber espacios subterráneos o semisubterráneos con diferentes usos: salas de estar, despensas, bodegas, usos artesanales y producción de alimentos, etc.